Description

El curso se inicia explorando los criterios diagnósticos y primeras manifestaciones del Alzheimer, proporcionando una base sólida para entender la enfermedad. A continuación, profundizaremos en los procesos y la evolución de la enfermedad, detallando las tres fases evolutivas: ligera, moderada y grave. Examinaremos la sintomatología específica de cada etapa, incluyendo cambios en la memoria, comportamiento, lenguaje y actividades diarias, y definiremos las actuaciones más adecuadas para los cuidadores en cada momento. La tercera unidad se centra en los cuidados específicos y la prevención, abordando técnicas prácticas de entrenamiento de la memoria, la atención, la orientación espacio-temporal y personal, y el razonamiento. También aprenderá a gestionar los trastornos del lenguaje y la comunicación, así como a manejar las alteraciones conductuales más comunes, como la agresividad o la deambulación, concluyendo con una visión general del tratamiento farmacológico. Posteriormente, la formación se dedica a la estimulación de los enfermos, presentando actividades y técnicas cognitivas, como la mejora de las gnosias y prácticas, y la importancia de la fisioterapia adaptada para retrasar el deterioro físico y prevenir complicaciones. Finalmente, la última unidad trata la mejora de la calidad de vida, tanto del enfermo como de la familia, poniendo énfasis en el fomento de la autonomía personal, la motivación, los recursos de atención residencial y, de forma crucial, la importancia del autocuidado del cuidador, enmarcado en el contexto de la Ley de Dependencia.

La importancia de este contenido radica en la creciente necesidad social y profesional de abordar el Alzheimer con conocimiento y sensibilidad. Dado el progresivo envejecimiento de la población y el aumento de la prevalencia de esta demencia, la demanda de profesionales cualificados y de familiares formados a su atención es cada vez mayor. Esta formación te dota de las competencias necesarias para ofrecer un cuidado especializado y de calidad, mejorando significativamente el bienestar de las personas afectadas y proporcionando un apoyo más eficaz a sus familias. Aprender a identificar correctamente las fases de la enfermedad, aplicar técnicas de estimulación adecuadas, gestionar los síntomas conductuales de forma respetuosa y comunicarse eficazmente son habilidades significativas que no solo optimizan la atención directa, sino que también contribuyen a prevenir el agotamiento del cuidador, un factor clave para la sostenibilidad de las curaciones a largo plazo. Profesionalmente, estos conocimientos te abren puertos en el ámbito sociosanitario, te posicionan como un experto en un campo de alta demanda y te permiten trabajar con mayor seguridad, empatía y eficacia. Para los familiares, este curso supone una herramienta invaluable para afrontar la enfermedad con más recursos, comprensión y serenidad, garantizando un cuidado respetuoso y digno dentro de un marco ético y legal sólido. En definitiva, se trata de humanizar el cuidado y potenciar las capacidades residuales de la persona enferma.